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Mostrando entradas de 2013

Miedos...

Deja la luz encendida, quiero ver cómo te duermes. Deja que acaricie tu rostro, tengo las manos frías. Me miras, respiras, noto como tu corazón aumenta su latido. Me quieres, lo sé, y sabes que yo también. Te miro, no puedo apartar la mirada de tus ojos. Me hipnotizan, piden toda su atención. Olvido, en mi mente solo habita las ganas de besar esos labios que se entreabren, me invitan a que me lance a ellos, en busca de tu saliva. Qué hermoso momento, quiero que el reloj pare sus agujas, en ese preciso instante. Muévete, di algo. No sé cuánto tiempo podré esperar a besarte. Bajo mi mirada a tu barbilla, esa que tantas caricias me dedican mientras besas mi cuello. Muévete, me tienes ardiente de deseo. ¿Será que lo que ven mis ojos reflejados en los tuyos no es lo que yo siento? Dulce y calmado, sigues inmóvil. Bajo mis manos, ya más cálidas hasta tus labios, los abro un poco con mis dedos. Noto tu aliento, que los calienta por completo. Labios carnosos y dientes, aquellos que mor

Existe un mañana

      Toqué fondo y lo reconocí. No es agradable decirles a las personas que te rodean y te ven sufrir que estás mal. A veces nuestro orgullo es estúpido. Pedir ayuda, un simple “no estoy bien” puede salvarnos de la caída en picado hacia el abismo. Nunca es tarde para reconocer que no podemos llevar las riendas de nuestra vida y que necesitamos que alguien tome el mando por un tiempo corto hasta que las aguas vuelvan a su cauce y la confianza a nosotros mismos. Fue duro, pero valió la pena. Siempre pienso que a toda persona le tiene que llegar un momento de estos a lo largo de su vida para darse cuenta de que vamos demasiado deprisa para lo largo que es el camino. La vida se basa en dar pequeños pasos, día a día, momento a momento. Disfrutar de los detalles cotidianos que nos hace sumar y sumar. Una sonrisa, un guiño, el ver que nos intentan hacer sonreír, nuestros hijos, verlos crecer, una canción, un libro, una serie de televisión. Siempre hay algo que nos completa, sin g

"I Won´t Let You Go"

Se sentó en el arcén agotada de tanta carga. Aquellas maletas pesaban demasiado. No recordaba haberlas llenado tanto. Inició el camino ligera, con lo puesto y a medio camino se dio cuenta de que llevaba   más peso que al principio. Sus dedos enrojecidos le hicieron detenerse a reponer fuerzas. ¿De quién era aquel par de maletas? Intentaba recordar a las personas que se había cruzado a lo largo del trayecto y no lograba dar con su rostro. ¿Quién o quienes se habían aprovechado de su inocencia para que les llevara su carga a cuestas? Todo lo que recordaba era gente que había conocido y de la que algunos habían seguido hacia su destino y otras viajaban en paralelo. Miró a su alrededor y comprobó que todos sus seres queridos llevaban su propio equipaje. Tal vez los dueños no iban tan de cerca para que ella no sospechara. Miró más atrás, hasta que la vista dejó de alcanzar y entonces los vio, a los dos. Primero alcanzó a un joven muchacho de aspecto inocente. En principio parecía no estar

LuLú...

Lulú,   dícese de esa mujer pizpereta, traviesa, alegre, amiga, amante…, dispuesta a darlo todo a cambio de un mínimo que sólo depende de ti si es mucho. Le gusta seducir con sus palabras, darte un trozo de su corazón en cada letra. No busca nada más que ser feliz, sola o en compañía. Los miedos se los merienda cada tarde con sus hijos en un parque al salir de la escuela. No busca depender de nadie ni que de ella dependan. Busca paz, tranquilidad pero con un toque de locura, la suficiente para que no dejen de volar sus mariposas que moviendo sus alas le dan energía a sus ilusiones, esas que cada día o se fortalecen o se van para dejar paso a otras de mejores. LuLú, en todo su esplendor es bondadosa, escucha, atiende y aunque no te de consejos te explica lo que le haces sentir e intenta ahuyentar tus miedos. Le encanta susurrarte al oído cuando te quiere si lo siente. Cuando se enamora pierde el norte y eso le entristece. Para en seco, respira hondo y vuelve a sus inicios, pero

Mañana...

Dos personas jugando a amar. Dos personas, que parecían tenerlo todo controlado... Amantes furtivos que se veían a escondidas, prometiéndose amor, hablando de "te quiero" como si fueran eternos. Detrás de aquel afecto escondían secretos. Mientras él le decía que la amaba, que la quería y que jamás la olvidaría, amaba a otras de la misma manera o más intensamente. Y ella, mientras dejaba que él la amara, sentía que a la mañana siguiente ya no estaría. Dos amantes secretos que compartían otros secretos. Ella no soñaba con un mañana y él no hacía más que darle calor a un alma en pena. Secretos que se ocultaban cada vez que se encontraban cara a cara. ¿Hasta cuando aquella representación teatral?.. "¿Mañana estará?", se preguntaba ella "¿Mañana se cansará de mí y decidirá por fin marchar?" pensaba él... Mañana...´

Corre...

Necesito hacer un alto en mi camino, otra vez. Mi cabeza da vueltas como una lavadora centrifugando. Hace calor. Miro a mi alrededor y sólo veo prado…, ahora sólo es prado. No huelo las amapolas ni veo las nubes de algodón ni siento el trigo verde balanceándose con la brisa. No oigo gente que se aproxima. Estoy completamente sola. Por una parte bien, así nada ni nadie interrumpe mi mente. Debo recordar qué hago aquí, y preguntarme si lo estoy haciendo bien. Llevo varias noches en vela, donde el sueño no me alcanza, ni los que se inventan con los ojos abiertos. Mi cajita de ilusiones se ha vaciado y no sé con qué rellenarlo. Y pensar que hará unas semanas no podía ni cerrarla… Siento como si hubiera llegado a este día sin vivir varias semanas. Siento ganas de llorar y aunque no sé bien el por qué, sólo sé lo que las puede calmar, pero no tengo el valor suficiente para hacerle frente. Tengo miedo… Miedo a caer otra vez y no poder levantarme. Siempre lo tendré en mi mente, aunque yo m

Hoy habla la música por mi...

Hoy no escribo. Tan sólo dale al vídeo y lee sus subtítulos. Buscaba una canción para inspirarme y narrar cómo me siento en este instante y me he encontrado con el trabajo hecho. Momento dulce, que no sé si es real o un simple sueño. Pero me pellizco y duele. Mi alma ha salido de mi cuerpo, volando ha marchado a tu lado. ¿Qué es lo que le has dado? No responde a mi cordura y ésta lo ha dejado por imposible. Tímida te habla. Tiene miedo de asustarte, de agobiarte. Mi alma me susurra que quiere ser ella misma, saltar, reír, llamarte, hablarte dulce y calmada, besar tus labios, abrazarte toda la noche y sentir tu calor, piel con piel, pero tiene miedo de que salgas huyendo. ¿Locura?.., que sea el tiempo que lo diga. A veces siente que la necesitas y de otras que pides espacio. Siente celos pero al mismo tiempo se culpa por ello. Le digo que es normal, lo contrario no lo sería. La miro, se ve tan inocente, feliz…, parece una niña que acaba de descubrir el mundo. Calmo su ansia y le

Esbozar una sonrisa...

Las olas chocaban contra las rocas al mismo ritmo que el tic tac de su corazón. Era la primera vez que despertaba, abría la ventana y se encontraba con tan hermoso paisaje. El olor a mar le recargaba de energía y pensaba que ya no le hacía falta nada más. La playa estaba desierta, aún era temprano. Echó un vistazo al interior de la habitación y ahí estaba él, aún dormido enrollado entre sábanas de algodón blancas. Aquella espalda desnuda la tentaba. Deseaba acostarse a su lado y recorrer su dedo por aquella suave piel masculina, dibujar en ella todo lo bueno que le hacía sentir. Él se haría el remolón para que ella no cesara, no querría que parara. Ella inquieta llevaría su mano hasta lo más próximo a su axila para hacerle cosquillas. Entonces él se giraría y la atraparía entre sus brazos, se besarían y se dejarían llevar otra vez por un dulce despertar. Pero no, se quedó inmóvil otra vez mirando hacia el mar. Necesitaba ese rato para ella, para empaparse bien de esa libertad que s

Susurros

Hoy no sé qué me pasa. Siento cada músculo tenso y mi garganta ardiendo. Como cada mañana has venido a mi casa a buscarme. Esos ojos que me miran tan adentro, me ruborizo si ve lo que pienso. No me roces, ni siquiera dirijas tu boca hacia mi cara, no sé si podría resistirme, no sé si podría evitar el lanzarme a tu encuentro. Por más que resista mi deseo domina todo mi ser. No sé qué me ocurre, jamás antes había sentido tal atracción. Creo que disimulas, ese libro que ahora coges entre tus manos no es de tu interés. No mires, por favor, esquivo el flechazo que me has lanzado. Tonta, tal vez, pero no sé captar las indirectas. Ven, sé tú quién dé el primer paso hacia mí, sé quien dé un salto y me atrape entre tus brazos, sin dejarme escapar. Siente esa seguridad que me falta a mí. Acércate despacio a mi oído y susúrrame   “Te deseeeooo” Ahí es cuando yo echaré mi último aliento y todo lo racional que había en mi mente desaparecerá. Olvidaré el miedo que tenía a sentir tu rechazo.

Me haces bien ...

En el silencio de la noche puedo encontrarte. Haces que mi frío se vuelva templanza y que mis miedos se conviertan en simples fantasmas que como humo de cigarro se dispersa con solo tocarlo. Aclaras mis dudas e interrumpes todo tormento. Pensar que existes, que puedes llegar algún día a convertirte en carne y hueso me hace creer, pensar que todo esto que ahora me está pasando sea por ti. Hace tiempo creí morir. Creí que no había más salida que cerrar los ojos y dejarme caer a un pozo sin retorno. Sentí tu presencia, pude oler tu perfume y hasta notar el tacto de tu piel. Comprendí que aún me quedaba mucho por vivir. Mi cuerpo se compone en gran parte de sentimientos y eso es lo que una vez me hizo casi padecer pero al mismo tiempo me ha ayudado a renacer, volver a juntar esas cenizas que quedaron dispersas en el suelo y que con una simple brisa, la tuya, puede convertir en lo que ahora soy, un pequeño huracán que allá por donde pasa intenta dejar huella, la mejor posible, repart

Cuentos de hadas...

No me gusta hablar de amor. Esas palabras de te quiero para toda la vida, cuentos de hadas, sueños fantásticos lo dejo para la noche, para alimentar las fantasías de mi hija. Ella está en la edad de soñar, imaginar cuentos de príncipes y princesas. Si vieran cómo atiende a la lectura, cómo mira sus ilustraciones y luego cómo repasa sus hojas. ¿Quién soy yo para, al finalizar con un “Colorín colorado…” le cuente la realidad, una verdad que tampoco es tan mala, sólo que hay que saber qué protagonistas escoger? Amar no es dar sin recibir ni recibir sin dar. Eso es lo complicado de una relación, mantener la balanza nivelada. Esa persona debe de ser un complemento más del camino, “si tú saltas, yo salto” ¿recuerdan? No debería de ser sólo guión de película. Saber cuando está mal e intentar arrancarle una sonrisa. Saber qué le ocurre e intentar, sin agobiar ni meterte en su mundo, qué le atormenta. Pensar que ese brillo de ojos es porque estás cerca y esas caricias que destina a tu