Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2012

Silencio...

Silencio… Apreciado tesoro para mentes atormentadas. Silencio para poder ordenar las ideas que nos agolpan a cada momento en la mente, intoxicando cada órgano de nuestro cuerpo. Silencio para poder escuchar lo que nuestra conciencia nos quiere transmitir, silencio para podernos dejar llevar por nuestros pensamientos más impuros, aquellos que ahogamos para no sentirnos culpables; culpables por sentir algo tan extraño que jamás habíamos vivido. Una emoción, un cosquilleo de alguien al que no le corresponde estar ahí, en tu mente, en ese momento, en ese instante. Azotes desgarradores provocando lágrimas. Queremos sentirnos libres, nos ahogamos en nuestros llantos deseando desatarnos de estas ataduras que nos impide movernos más allá de un mañana. Ataduras, nudos hechos con sumo cuidado y tan delicadamente que apenas nos hemos dado cuenta. Mi corazón ha ido dejando de latir. La toxina le ha ido impregnando toda la corteza… Ha llegado hasta el último latido. Esas mismas ataduras no

Existes

Quisiera saber qué es lo que contienen tus palabras que provocan en mí interminables sonrisas. Quisiera saber qué pasa por tu mente cada vez que me susurras al oído palabras sin sentido provocando pequeños cosquilleos en mi estómago, reviviendo las mariposas que creí haber convertido en ceniza. Me gusta sentirte cerca, oler tu perfume aún sabiendo que no usas. Saber que en cualquier momento me atrapas con un abrazo sin yo pedirlo, justo en el momento oportuno. Huracán provocador, eso eres tú… No sé cuándo ni por dónde vas a aparecer y en cuanto lo haces no puedo echar a correr. Me atrapas, me dejas inmóvil y eso es lo que me produce placer, el placer de saber qué aún siendo un sueño… Existes...

A través de una ventana

      En lo más profundo de mi alma me encuentro en estos momentos. No sé cómo he llegado hasta aquí, hasta yo misma me sorprendo. Es una visita obligada la cual pensaba retrasar un poco más, pero algo me ha arrastrado hasta aquí, una canción, un olor, un recuerdo, un futuro incierto. Siento miedo en estos momentos. No sé hacia dónde ir. Siento que mi camino se ha detenido y no sé si echar marcha atrás. Hay una ventana, observo a través de ella y me encuentro con un hermoso paisaje. Mis lágrimas corren por mi cara, quiero encontrar la puerta e ir a pasear por aquel prado que mis ojos visualizan. No puedo ni siquiera abrir la ventana, no sé a qué olerán sus flores. Necesito saber el tacto de sus pétalos. Miro a mi alrededor y no encuentro el acceso. Todo está oscuro, hace frío. Oigo voces, siento miedo. Necesito que estés aquí, a ti, a un ser que ni siquiera existe, tan sólo en mi mente y en una parte de mi corazón, la que aún mantiene su latido. No merezco estar aún viva, n