Ir al contenido principal

Existe un mañana


 
 
 
Toqué fondo y lo reconocí. No es agradable decirles a las personas que te rodean y te ven sufrir que estás mal. A veces nuestro orgullo es estúpido. Pedir ayuda, un simple “no estoy bien” puede salvarnos de la caída en picado hacia el abismo. Nunca es tarde para reconocer que no podemos llevar las riendas de nuestra vida y que necesitamos que alguien tome el mando por un tiempo corto hasta que las aguas vuelvan a su cauce y la confianza a nosotros mismos. Fue duro, pero valió la pena. Siempre pienso que a toda persona le tiene que llegar un momento de estos a lo largo de su vida para darse cuenta de que vamos demasiado deprisa para lo largo que es el camino. La vida se basa en dar pequeños pasos, día a día, momento a momento. Disfrutar de los detalles cotidianos que nos hace sumar y sumar. Una sonrisa, un guiño, el ver que nos intentan hacer sonreír, nuestros hijos, verlos crecer, una canción, un libro, una serie de televisión. Siempre hay algo que nos completa, sin grandes lujos, pues al final lo que cuenta es que nos sintamos vivos. Hace tiempo decidí no pensar en mañana y hacer frente al presente. Pero hará un tiempo le he estado echando un vistazo y sé que no lo tengo tan mal. La vida es una noria que da vueltas y vueltas y que en una de ellas me subiré para disfrutar del viaje. En ocasiones bajaré, pero tengo por seguro que será para repostar un poco.  Tengo dos razones por las que luchar para mantenerme a flote. De mi depende un poco sus destinos. Según eduques a tus hijos así iniciarán sus vidas. Darles el justo valor que tienen las cosas y hacerles saber que pase lo que pase, a parte de que me tendrán ahí, que la vida nos pone a prueba pero que siempre encontramos la manera de hacerle frente.

Todo se soluciona menos la muerte. Todo… La esperanza es lo último que se pierde pues de ella depende nuestra supervivencia.  Volver al pasado, ni aunque nos den la oportunidad. Ir reconstruyendo nuestro camino a base de caídas, risas, fuerza, perseverancia. Aprender de los errores cometidos, olvidar miedos de la infancia que un día estuvieron y que ya no existen… Sentirnos vivos, querer luchar por despertar a la mañana siguiente y sea como sea el tiempo, regalarle una sonrisa al cielo… Pensar que nuestros enemigos nos odian por algún motivo. Pensar si es provocado por nosotros o por si les ocurre algo. Empatizar con el enemigo, nos hará más fuertes y a él más débil. Soñar con un mañana inmediato, rozar con las puntas de los dedos el viento que acaricia nuestro rostro y nos tranquiliza con un… “Sshhh…, todo saldrá bien”

Comentarios

  1. Sigue luchando por tus razones y seguro que “Sshhh…, todo saldrá bien”. Gracias por tu positivismo y por compartirlo con nosotros.

    ResponderEliminar
  2. Me uno a ese colectivo que te va a acompañar en tu lucha, en la que no estarás sola.
    Beaucoup d'encouragements pour vous, Lulú...

    ResponderEliminar
  3. Carles y Lobo. Muchas gracias por leer mis letras. Mi alma, al fin y al cabo. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un placer seguirte por aquí (y por otros canales). Me gusta esa alegría (incluso felicidad) que transmites con tus mensajes. En el fondo me ayudan a mi también. Besos y gracias.

      Eliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Me haces bien ...

En el silencio de la noche puedo encontrarte. Haces que mi frío se vuelva templanza y que mis miedos se conviertan en simples fantasmas que como humo de cigarro se dispersa con solo tocarlo. Aclaras mis dudas e interrumpes todo tormento. Pensar que existes, que puedes llegar algún día a convertirte en carne y hueso me hace creer, pensar que todo esto que ahora me está pasando sea por ti. Hace tiempo creí morir. Creí que no había más salida que cerrar los ojos y dejarme caer a un pozo sin retorno. Sentí tu presencia, pude oler tu perfume y hasta notar el tacto de tu piel. Comprendí que aún me quedaba mucho por vivir. Mi cuerpo se compone en gran parte de sentimientos y eso es lo que una vez me hizo casi padecer pero al mismo tiempo me ha ayudado a renacer, volver a juntar esas cenizas que quedaron dispersas en el suelo y que con una simple brisa, la tuya, puede convertir en lo que ahora soy, un pequeño huracán que allá por donde pasa intenta dejar huella, la mejor posible, repart

A través de una ventana

      En lo más profundo de mi alma me encuentro en estos momentos. No sé cómo he llegado hasta aquí, hasta yo misma me sorprendo. Es una visita obligada la cual pensaba retrasar un poco más, pero algo me ha arrastrado hasta aquí, una canción, un olor, un recuerdo, un futuro incierto. Siento miedo en estos momentos. No sé hacia dónde ir. Siento que mi camino se ha detenido y no sé si echar marcha atrás. Hay una ventana, observo a través de ella y me encuentro con un hermoso paisaje. Mis lágrimas corren por mi cara, quiero encontrar la puerta e ir a pasear por aquel prado que mis ojos visualizan. No puedo ni siquiera abrir la ventana, no sé a qué olerán sus flores. Necesito saber el tacto de sus pétalos. Miro a mi alrededor y no encuentro el acceso. Todo está oscuro, hace frío. Oigo voces, siento miedo. Necesito que estés aquí, a ti, a un ser que ni siquiera existe, tan sólo en mi mente y en una parte de mi corazón, la que aún mantiene su latido. No merezco estar aún viva, n

Llámame Ilusa...

Dulce dicen que soy. Que veo la vida de color de rosa y que nada me afecta pues las ilusas siempre calzan nubes en lugar de tacones, lloran agua con azúcar y visten con algodones. Algunos temen acercarse a mi para no dañar el frágil corazón que dicen que poseo, de otros evitan darme malas noticias no vaya a ser que no lo supere y los más ignorantes se ríen de mi. Todos opinan sobre lo que pienso o qué me va a lastimar o no. Yo les dejo hacer, que hablen, que se rían, que se alejen. ¿Qué hacer cuando nadie te entiende? Dejar que hablen. En mi rostro se ha dibujado sonrisas cuando por dentro derramaba lágrimas, esas mismas que más de una vez han desfilado por mis mejillas sin que nadie las viera porque me ocultaba, cuando podía, en mi refugio el cual no encontraba cada día. Mi mente ha jugado con mi vida y siempre he sabido ganarle la partida. Siempre existe un mañana y el sol siempre sale, nublado o no. ¿Si lloro delante de ti seré más fuerte? Tal vez si gritara delante de todos y di