Ir al contenido principal

Susurros




Hoy no sé qué me pasa. Siento cada músculo tenso y mi garganta ardiendo. Como cada mañana has venido a mi casa a buscarme. Esos ojos que me miran tan adentro, me ruborizo si ve lo que pienso. No me roces, ni siquiera dirijas tu boca hacia mi cara, no sé si podría resistirme, no sé si podría evitar el lanzarme a tu encuentro. Por más que resista mi deseo domina todo mi ser. No sé qué me ocurre, jamás antes había sentido tal atracción. Creo que disimulas, ese libro que ahora coges entre tus manos no es de tu interés. No mires, por favor, esquivo el flechazo que me has lanzado. Tonta, tal vez, pero no sé captar las indirectas. Ven, sé tú quién dé el primer paso hacia mí, sé quien dé un salto y me atrape entre tus brazos, sin dejarme escapar. Siente esa seguridad que me falta a mí. Acércate despacio a mi oído y susúrrame  “Te deseeeooo” Ahí es cuando yo echaré mi último aliento y todo lo racional que había en mi mente desaparecerá. Olvidaré el miedo que tenía a sentir tu rechazo. Olvidaré cada herida o arañazo del pasado. Ahora sólo importamos tú y yo, yo y tú. Tú tienes veneno en tu saliva yo el remedio. Enrojece mis mejillas, saca de mí este fuego, muerde mis labios como devora un león a su presa. Hazme tuya, hazte mío… Dios, te acercas, dejas el libro, siento que no encuentro salida… No pienses que te desea, él sólo te ve con buenos ojos. Cada día te das los buenos días, te dice la ropa que te sienta bien o la que te quedaría mejor. Él es el que te arrima el hombro cuando estás mal y él es el único que te pregunta, qué tal estás… No te acerques, que no respondo. Detén tu paso, o los dos nos vamos a arrepentir. ¿Por qué me pasa esto a mí, en estos momentos?, ¿Qué has hecho para que cambiara todos mis sentimientos?.. Estar ahí … Ya estás frente a mí y parezco tonta, no te quiero mirar… ¿Qué haces con mi cabello?, ¿por qué lo apartas y lo enredas entre tu dedo? No te acerques más, te juro que no respondo… Qué bien huele hoy tu colonia de siempre… Noto tu aliento en mi oreja, me muero por dentro… ¿Qué susurras?... “Te deseeeooo”

Comentarios

  1. Me encanta lo que dices, lo que sientes. Adoro como lo dices, como lo sientes.
    Un beso
    Fer

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Me haces bien ...

En el silencio de la noche puedo encontrarte. Haces que mi frío se vuelva templanza y que mis miedos se conviertan en simples fantasmas que como humo de cigarro se dispersa con solo tocarlo. Aclaras mis dudas e interrumpes todo tormento. Pensar que existes, que puedes llegar algún día a convertirte en carne y hueso me hace creer, pensar que todo esto que ahora me está pasando sea por ti. Hace tiempo creí morir. Creí que no había más salida que cerrar los ojos y dejarme caer a un pozo sin retorno. Sentí tu presencia, pude oler tu perfume y hasta notar el tacto de tu piel. Comprendí que aún me quedaba mucho por vivir. Mi cuerpo se compone en gran parte de sentimientos y eso es lo que una vez me hizo casi padecer pero al mismo tiempo me ha ayudado a renacer, volver a juntar esas cenizas que quedaron dispersas en el suelo y que con una simple brisa, la tuya, puede convertir en lo que ahora soy, un pequeño huracán que allá por donde pasa intenta dejar huella, la mejor posible, repart

A través de una ventana

      En lo más profundo de mi alma me encuentro en estos momentos. No sé cómo he llegado hasta aquí, hasta yo misma me sorprendo. Es una visita obligada la cual pensaba retrasar un poco más, pero algo me ha arrastrado hasta aquí, una canción, un olor, un recuerdo, un futuro incierto. Siento miedo en estos momentos. No sé hacia dónde ir. Siento que mi camino se ha detenido y no sé si echar marcha atrás. Hay una ventana, observo a través de ella y me encuentro con un hermoso paisaje. Mis lágrimas corren por mi cara, quiero encontrar la puerta e ir a pasear por aquel prado que mis ojos visualizan. No puedo ni siquiera abrir la ventana, no sé a qué olerán sus flores. Necesito saber el tacto de sus pétalos. Miro a mi alrededor y no encuentro el acceso. Todo está oscuro, hace frío. Oigo voces, siento miedo. Necesito que estés aquí, a ti, a un ser que ni siquiera existe, tan sólo en mi mente y en una parte de mi corazón, la que aún mantiene su latido. No merezco estar aún viva, n

Llámame Ilusa...

Dulce dicen que soy. Que veo la vida de color de rosa y que nada me afecta pues las ilusas siempre calzan nubes en lugar de tacones, lloran agua con azúcar y visten con algodones. Algunos temen acercarse a mi para no dañar el frágil corazón que dicen que poseo, de otros evitan darme malas noticias no vaya a ser que no lo supere y los más ignorantes se ríen de mi. Todos opinan sobre lo que pienso o qué me va a lastimar o no. Yo les dejo hacer, que hablen, que se rían, que se alejen. ¿Qué hacer cuando nadie te entiende? Dejar que hablen. En mi rostro se ha dibujado sonrisas cuando por dentro derramaba lágrimas, esas mismas que más de una vez han desfilado por mis mejillas sin que nadie las viera porque me ocultaba, cuando podía, en mi refugio el cual no encontraba cada día. Mi mente ha jugado con mi vida y siempre he sabido ganarle la partida. Siempre existe un mañana y el sol siempre sale, nublado o no. ¿Si lloro delante de ti seré más fuerte? Tal vez si gritara delante de todos y di