Redes sociales… Esas que
empezamos probando y acabamos enganchados. No soy psicóloga ni experta en la
materia, pero sí observo y lo experimento en mis propias carnes. Se habla mucho
de la vida 2.0 que intentamos diferenciar de la 1.0 Pero en realidad, muchos de
nosotros la hemos hecho una. No me avergüenzo al decir que en Tuiter he
encontrado una especie de refugio, que puedo pasarme horas , a veces leyendo, de
otras escribiendo, siempre llevo a mano por si una urgencia. Con todo esto, no
es extraño que llegue un momento en que vea detrás de esos avatares a la
persona que lo maneja. Detrás de unas letras todos nos dejamos llevar. Hay
personas que sacan su lado más humorístico, sarcástico sin pasar vergüenza,
otros expresen sus sentimientos detrás de una foto anónima, otros debaten sobre
la actualidad, deporte, cine… En definitiva, todo el mundo busca en tuiter
algo. Lo que sabemos es que buscamos desahogarnos, expresarnos, comunicarnos,
pero nunca nadie, antes de crear la cuenta, nos avisa de que podemos encontrar
a buenos amigos, de otras que buscan detrás de su frustración hacer daño e
incluso, personas de las que puedes llegar a enamorarte. Sí, enamorarte. Y es
ahí donde yo me cuestiono ¿estamos preparados para enamorarnos en las redes
sociales? En mi opinión, y dada mi experiencia, digo que no. Suena romántico y
apetecible, desde casa sin salir, compartiendo unas letras, coqueteando sin
parar. Puede resultar tentador, es práctico, lo tienes a mano. Te transporta a
tu adolescencia y te sientes una niña repleta de ilusiones. Pero no nos
engañemos, no es real, no es todo oro lo que reluce. Si buscamos un rollo
pasajero puede resultar fácil, pero, resulta que no vas a dejar de verlo pues
le tienes en tu muro a diario. Hay que mentalizarse mucho para que no nos
afecte cuando coquetean con otras. No digo que no se pueda, yo explico que yo
no podría. Soy tontita para estas cosas, yo me encariño demasiado pronto, así
que para mí, sería una auténtica tortura. Me imagino llorando y rabiosa conmigo
misma pues ya sabía en un inicio que eso no iba a ir a más y terminaría por
hacerle UNF, dejando al pobre muchacho perplejo. Pero oye, que si otros pueden,
adelante, pero siempre con las ideas claras. ¿Y si surge el amor? OOhhhh qué
bonito… Pero no. Dicen que si confías en la otra persona todo se supera. Yo lo
veo difícil, pero no imposible. Detrás de las cámaras, en la vida “real” puede
ser que coqueteen con tu chico y no te enteras porque no lo ves. En cambio,
cuando empiezan a hacerlo en público y que lo veas a diario, aunque tu pareja
no de pie, supongo que eso debe de agotar la paciencia. En resumen, acabáis
peleados y BLOK. Ay Lú qué pesimista eres. Pues qué queréis que os diga. No es
ser pesimista, es que para ser sinceros yo prefiero encontrarlo en una
cafetería, cruzando la calle o compartiendo el mismo vagón del tren. Miradas,
roces, sonrisas. Un café, una cena, una noche, un día, una semana… Sabes desde
el principio que esa atracción es real, esa química. Empezar una relación sin antes
verse, en mi opinión, es pelar el pollo antes de haberlo matado. Sí que existe
el amor en las redes, yo lo he visto, y me alegro, pero… Yo no podría… ¿Y
vosotros)
En el silencio de la noche puedo encontrarte. Haces que mi frío se vuelva templanza y que mis miedos se conviertan en simples fantasmas que como humo de cigarro se dispersa con solo tocarlo. Aclaras mis dudas e interrumpes todo tormento. Pensar que existes, que puedes llegar algún día a convertirte en carne y hueso me hace creer, pensar que todo esto que ahora me está pasando sea por ti. Hace tiempo creí morir. Creí que no había más salida que cerrar los ojos y dejarme caer a un pozo sin retorno. Sentí tu presencia, pude oler tu perfume y hasta notar el tacto de tu piel. Comprendí que aún me quedaba mucho por vivir. Mi cuerpo se compone en gran parte de sentimientos y eso es lo que una vez me hizo casi padecer pero al mismo tiempo me ha ayudado a renacer, volver a juntar esas cenizas que quedaron dispersas en el suelo y que con una simple brisa, la tuya, puede convertir en lo que ahora soy, un pequeño huracán que allá por donde pasa intenta dejar huella, la mejor posible, repart
Te doy toda la razón.. Además eso de ir a hacer un café, mirar a la cara, se está perdiendo, y és lo mejor que te puede pasar. Ver a esa persona, sea una amistad, o el amor de tu vida,da igual el contacto y saber que lo que te dIce és verdad, és sincero. Cuando quieras te invito a un café y me cuentas!!!
ResponderEliminarSonrisa eterna!
Tomo nota! Jajaja me parece perfecto el roce. Aunque he conocido a gente maravillosa que comparten mi vida pero están lejos. Twitter tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Besos
EliminarBuenas noches Lú, te iba a responder desde mi cuenta bloguera pero no doy entrado, ni recuerdo la cuenta ni la contraseña (desastre de hombre)
ResponderEliminarTe doy mi punto de vista...¿La red? Te permite conocer gente que posiblemente en el mundo 1.0 no llegarías a conocer. ¿Por qué? Pues puede ser simplemente que no te atrevieses a saludar ni a hablar, porque la gente no va por la calle pensando en alto (pero en Twitter sí)... Hay muchos motivos.
Quieras o no, en el mundo 1.0 lo primero que te llega es la imagen de la otra persona y no su interior.
El 2.0 está muy bien para acercar personas.
De todos modos, y para mi, como un cara a cara en persona no hay. Ese café compartido, un paseo... Un cine, una cena.
En la red es más sencillo mentir y dar la imagen de lo que un@ no es en realidad. Es muy peligroso, cierto.
Yo... Un romance por Internet... No me convence.
Que es una llave para conocer a muy buena gente? Sí (aunque también los haya muy malos)
En definitiva, mejor en persona!!
No te invito a un café porque estamos muy lejos ;-)
Un placer leerte de nuevo por aquí.
Amistad si. He encontrado a gente maravillosa. Pero una pareja, lo veo imposible. Gracias por leer ;**
EliminarQueridísima Lú, comparto contigo la opinión de que me sería prácticamente imposible tener a mi pareja en la misma red social, viendo sus comentarios con otras personas, etc… pero sería lo mismo si ambos viviéramos y trabajáramos juntos. La interacción en 2.0 o en 1.0 resultaría igual. Al fin y al cabo todo está basado en la confianza.
ResponderEliminarLa diferencia reside en el anonimato que permite la 2.0 y que mucha gente aprovecha para camuflar sus verdaderas intenciones.
Por mi parte, prefiero un café y una mirada a los ojos… eso te indica si vas a encontrar un conocid@ o un amig@. En mi experiencia, he conocido gente (en 2.0) y he fraguado amistad con algun@s (en 1.0), cosa que me encanta, enorgullece y enriquece como persona.
Y cuando quieras tienes pagado un café y una mirada a mis ojos. La distancia no es problema, siempre existen soluciones.
Sigue escribiendo que resulta todo un placer leerte.
Hola Darles. Yo también he conocido a gente maravillosa que comparten mi 1.0 Lo que creo que una relación no podría tenerla aquí. Besos
EliminarPues querida Lu, aquí tienes a otra ilusa como tu...que se dejó llevar por su mundo 2.0, olvidó a la gente que englobaba su mundo 1.0, se enamoró perdidamente de un hombre, se dejó llevar por los celos de ver como tuiteaba lo mismo a todas y al que conoció en persona, por el que hubiese dado su vida si fuese necesario y que a día de hoy, aún intenta superarlo, así que te digo que no, no estamos preparados para un mundo ni mucho menos un romance 2.0.
ResponderEliminarY si te sirve para algo, no eres la única ilusa que pone sonrisas al mundo aunque llore cada día su tristeza interna.
Laura