Con todo lo que callo podría construir una habitación en la que sólo existieramos tú y yo. Podría pintar las paredes de un color salmón, y los marcos de las ventanas blancas, decoradas con visillos de encaje, para dejar pasar la luz cada mañana. Con todo lo que callo, podría acostarme a tu lado y dejar que pasara el tiempo entre sábanas de algodón blancas, suaves, que al deslizarse por nuestro cuerpo no borrara las huellas que nuestros dedos dejaron ahí la noche anterior, una de esas noches en las que el reloj se deja sobre la mesa del comedor, olvidado, deshauciado. Con todo lo que callo, podría construir un momento único en el que nuestras lenguas se gozaran hasta llegar a lo más profundo de nuestras almas. Ahí, en ese lugar donde habitan los sueños rotos e ilusiones varias, donde se guarda en pequeños frascos de cristal aromas de hermosos encuentros, pequeños e insignificantes recuerdos que todos juntos crean sonrisas y mejillas sonrojadas. Con todo lo que callo podría pedirte que fueras eterno y que jamás dejaras de existir, que cada noche al dormir fuera yo lo último que recordaras y lo primero que pensaras al despertar, una mañana de esas en las que te susurro dulce y pausadamente... "Con todo lo que callo podría..."
Con todo lo que callo podría construir una habitación en la que sólo existieramos tú y yo. Podría pintar las paredes de un color salmón, y los marcos de las ventanas blancas, decoradas con visillos de encaje, para dejar pasar la luz cada mañana. Con todo lo que callo, podría acostarme a tu lado y dejar que pasara el tiempo entre sábanas de algodón blancas, suaves, que al deslizarse por nuestro cuerpo no borrara las huellas que nuestros dedos dejaron ahí la noche anterior, una de esas noches en las que el reloj se deja sobre la mesa del comedor, olvidado, deshauciado. Con todo lo que callo, podría construir un momento único en el que nuestras lenguas se gozaran hasta llegar a lo más profundo de nuestras almas. Ahí, en ese lugar donde habitan los sueños rotos e ilusiones varias, donde se guarda en pequeños frascos de cristal aromas de hermosos encuentros, pequeños e insignificantes recuerdos que todos juntos crean sonrisas y mejillas sonrojadas. Con todo lo que callo podría pedirte que fueras eterno y que jamás dejaras de existir, que cada noche al dormir fuera yo lo último que recordaras y lo primero que pensaras al despertar, una mañana de esas en las que te susurro dulce y pausadamente... "Con todo lo que callo podría..."
Con todo lo que callamos construiríamos un mundo lleno de sinceridad, y sentimientos encontrados. Y creo que aunque no te conozco personalmente, que o te han hecho daño y tienes mucho amor para dar, o realmente vives un amor que quieres no se termine nunca. Perdona por ser tan sincera. Pero sea lo que sea, no pierdas la sonrisa. Sigue escribiendo. Me gusta.
ResponderEliminarUn beso.
Sonrisa Eterna
:) No tengo a nadie a quien dedicarle estas letras. Le escribo al viento...
EliminarCon todo lo que callas… se está perdiendo un amor sincero, limpio, puro. El viento tal vez sepa donde depositarlo.
ResponderEliminarSigue siendo así y sigue escribiendo así.
Y puedes seguir llamándome Darles, ya me gusta y todo. Un beso, cariño!!!