Ir al contenido principal

No te necesito...


 
 
No te necesito para vivir, pero qué vida más insulsa el no despertar cada mañana con tus buenos días aún en la lejanía.
No te necesito a mi lado, pero qué hermoso es notar tus dedos rozando mi estremecida piel, esa que huele a ti, cada noche, antes de ir a dormir.
No te necesito por las noches, pero qué sería de mis sueños si antes no los has robado con tus besos dulces y ardientes, tus caricias que recorren todo mi cuerpo buscando mi placer aún sin tocarme, y terminar mis mejillas ruborizadas, esas que llevan tu nombre.
No te necesito, no… Pero la vida no sería igual sin tu latido, ese que siento que cada día se sincroniza con el mío.
No me necesitas, no, pero qué hermoso es sentir que existe alguien que desea escuchar atenta todo aquello que por tu cabeza asoma, da igual de dónde venga, sin juzgarte, e intentado comprender todo eso que pasa por tu mente, sin más que querer que te sientas bien.
No me necesitas, pero sé que te hago bien con mis caricias en tu rostro, sin pedirlas, mis silencios, que vienen solos, mis ojos, que te hablan de todo.
No me necesitas, no, pero tampoco te lo pido, pues tampoco lo necesito.
No te necesito…, no…  No me necesitas
No te necesito…, no.           
No te necesito…
No…
 

Comentarios

  1. No sé si no necesitas..
    si nadie necesita...
    pero es genial sentir todo eso sin necesitar nada más...
    Besos
    Me gusta

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Amor 2.0?

Redes sociales… Esas que empezamos probando y acabamos enganchados. No soy psicóloga ni experta en la materia, pero sí observo y lo experimento en mis propias carnes. Se habla mucho de la vida 2.0 que intentamos diferenciar de la 1.0 Pero en realidad, muchos de nosotros la hemos hecho una. No me avergüenzo al decir que en Tuiter he encontrado una especie de refugio, que puedo pasarme horas , a veces leyendo, de otras escribiendo, siempre llevo a mano por si una urgencia. Con todo esto, no es extraño que llegue un momento en que vea detrás de esos avatares a la persona que lo maneja. Detrás de unas letras todos nos dejamos llevar. Hay personas que sacan su lado más humorístico, sarcástico sin pasar vergüenza, otros expresen sus sentimientos detrás de una foto anónima, otros debaten sobre la actualidad, deporte, cine… En definitiva, todo el mundo busca en tuiter algo. Lo que sabemos es que buscamos desahogarnos, expresarnos, comunicarnos, pero nunca nadie, antes de crear la cuent...

Existe un mañana

      Toqué fondo y lo reconocí. No es agradable decirles a las personas que te rodean y te ven sufrir que estás mal. A veces nuestro orgullo es estúpido. Pedir ayuda, un simple “no estoy bien” puede salvarnos de la caída en picado hacia el abismo. Nunca es tarde para reconocer que no podemos llevar las riendas de nuestra vida y que necesitamos que alguien tome el mando por un tiempo corto hasta que las aguas vuelvan a su cauce y la confianza a nosotros mismos. Fue duro, pero valió la pena. Siempre pienso que a toda persona le tiene que llegar un momento de estos a lo largo de su vida para darse cuenta de que vamos demasiado deprisa para lo largo que es el camino. La vida se basa en dar pequeños pasos, día a día, momento a momento. Disfrutar de los detalles cotidianos que nos hace sumar y sumar. Una sonrisa, un guiño, el ver que nos intentan hacer sonreír, nuestros hijos, verlos crecer, una canción, un libro, una serie de televisión. Siempre hay algo que nos c...

Miedos...

Deja la luz encendida, quiero ver cómo te duermes. Deja que acaricie tu rostro, tengo las manos frías. Me miras, respiras, noto como tu corazón aumenta su latido. Me quieres, lo sé, y sabes que yo también. Te miro, no puedo apartar la mirada de tus ojos. Me hipnotizan, piden toda su atención. Olvido, en mi mente solo habita las ganas de besar esos labios que se entreabren, me invitan a que me lance a ellos, en busca de tu saliva. Qué hermoso momento, quiero que el reloj pare sus agujas, en ese preciso instante. Muévete, di algo. No sé cuánto tiempo podré esperar a besarte. Bajo mi mirada a tu barbilla, esa que tantas caricias me dedican mientras besas mi cuello. Muévete, me tienes ardiente de deseo. ¿Será que lo que ven mis ojos reflejados en los tuyos no es lo que yo siento? Dulce y calmado, sigues inmóvil. Bajo mis manos, ya más cálidas hasta tus labios, los abro un poco con mis dedos. Noto tu aliento, que los calienta por completo. Labios carnosos y dientes, aquellos que mor...