Ir al contenido principal

No te necesito...


 
 
No te necesito para vivir, pero qué vida más insulsa el no despertar cada mañana con tus buenos días aún en la lejanía.
No te necesito a mi lado, pero qué hermoso es notar tus dedos rozando mi estremecida piel, esa que huele a ti, cada noche, antes de ir a dormir.
No te necesito por las noches, pero qué sería de mis sueños si antes no los has robado con tus besos dulces y ardientes, tus caricias que recorren todo mi cuerpo buscando mi placer aún sin tocarme, y terminar mis mejillas ruborizadas, esas que llevan tu nombre.
No te necesito, no… Pero la vida no sería igual sin tu latido, ese que siento que cada día se sincroniza con el mío.
No me necesitas, no, pero qué hermoso es sentir que existe alguien que desea escuchar atenta todo aquello que por tu cabeza asoma, da igual de dónde venga, sin juzgarte, e intentado comprender todo eso que pasa por tu mente, sin más que querer que te sientas bien.
No me necesitas, pero sé que te hago bien con mis caricias en tu rostro, sin pedirlas, mis silencios, que vienen solos, mis ojos, que te hablan de todo.
No me necesitas, no, pero tampoco te lo pido, pues tampoco lo necesito.
No te necesito…, no…  No me necesitas
No te necesito…, no.           
No te necesito…
No…
 

Comentarios

  1. No sé si no necesitas..
    si nadie necesita...
    pero es genial sentir todo eso sin necesitar nada más...
    Besos
    Me gusta

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

A través de una ventana

      En lo más profundo de mi alma me encuentro en estos momentos. No sé cómo he llegado hasta aquí, hasta yo misma me sorprendo. Es una visita obligada la cual pensaba retrasar un poco más, pero algo me ha arrastrado hasta aquí, una canción, un olor, un recuerdo, un futuro incierto. Siento miedo en estos momentos. No sé hacia dónde ir. Siento que mi camino se ha detenido y no sé si echar marcha atrás. Hay una ventana, observo a través de ella y me encuentro con un hermoso paisaje. Mis lágrimas corren por mi cara, quiero encontrar la puerta e ir a pasear por aquel prado que mis ojos visualizan. No puedo ni siquiera abrir la ventana, no sé a qué olerán sus flores. Necesito saber el tacto de sus pétalos. Miro a mi alrededor y no encuentro el acceso. Todo está oscuro, hace frío. Oigo voces, siento miedo. Necesito que estés aquí, a ti, a un ser que ni siquiera existe, tan sólo en mi mente y en una parte de mi corazón, la que aún mantiene su latido. No merezco estar aún viva, n

Me haces bien ...

En el silencio de la noche puedo encontrarte. Haces que mi frío se vuelva templanza y que mis miedos se conviertan en simples fantasmas que como humo de cigarro se dispersa con solo tocarlo. Aclaras mis dudas e interrumpes todo tormento. Pensar que existes, que puedes llegar algún día a convertirte en carne y hueso me hace creer, pensar que todo esto que ahora me está pasando sea por ti. Hace tiempo creí morir. Creí que no había más salida que cerrar los ojos y dejarme caer a un pozo sin retorno. Sentí tu presencia, pude oler tu perfume y hasta notar el tacto de tu piel. Comprendí que aún me quedaba mucho por vivir. Mi cuerpo se compone en gran parte de sentimientos y eso es lo que una vez me hizo casi padecer pero al mismo tiempo me ha ayudado a renacer, volver a juntar esas cenizas que quedaron dispersas en el suelo y que con una simple brisa, la tuya, puede convertir en lo que ahora soy, un pequeño huracán que allá por donde pasa intenta dejar huella, la mejor posible, repart

Llámame Ilusa...

Dulce dicen que soy. Que veo la vida de color de rosa y que nada me afecta pues las ilusas siempre calzan nubes en lugar de tacones, lloran agua con azúcar y visten con algodones. Algunos temen acercarse a mi para no dañar el frágil corazón que dicen que poseo, de otros evitan darme malas noticias no vaya a ser que no lo supere y los más ignorantes se ríen de mi. Todos opinan sobre lo que pienso o qué me va a lastimar o no. Yo les dejo hacer, que hablen, que se rían, que se alejen. ¿Qué hacer cuando nadie te entiende? Dejar que hablen. En mi rostro se ha dibujado sonrisas cuando por dentro derramaba lágrimas, esas mismas que más de una vez han desfilado por mis mejillas sin que nadie las viera porque me ocultaba, cuando podía, en mi refugio el cual no encontraba cada día. Mi mente ha jugado con mi vida y siempre he sabido ganarle la partida. Siempre existe un mañana y el sol siempre sale, nublado o no. ¿Si lloro delante de ti seré más fuerte? Tal vez si gritara delante de todos y di