Boyce Avenue me ha acompañado a lo largo del camino y por ello tienen que ser protagonista de estas letras que acompaño... Escucha la música mientras lees, tal vez podrás sentir más las palabras...
Veo la meta… Aquello por lo que
he estado esperando tanto tiempo, pensando si seguir, no, parar, retroceder.
Ahora que me encuentro a centímetros de la línea me pregunto ¿qué pasará? Ese
miedo que te invade al pensar si es lo correcto. No quisiera darle más vueltas
al asunto, no quiero mirar atrás y pensar en los buenos momentos. Ahí, en
frente mía, veo un amanecer, un nuevo día. El cielo es anaranjado, las nubes
aún permanecen oscuras, teñidas del cielo estrellado. Huele a limpio, el
frescor acaricia mi cara y me invita a pasar. Tengo frío, pero enseguida
alguien me ofrece un chal hecho a mano con mucho cariño. Hay de todos los
colores y formas, rectangulares, cuadrados, lisos, a rombos, con flores… Siempre pensé que este paso lo daría
completamente sola, sin más compañía que yo y mi terror, pero me he dado cuenta
de que a mi alrededor hay más gente que espera impaciente que cruce la meta,
como a cámara lenta, les veo alzar las manos, aplaudir y llorar de emoción al
verme sonreír y piensan que ojalá no me equivoque y si lo hago, ahí estarán
ellos para tenderme una mano… Amo mi vida, amo a mi familia y amo todo lo que
he construido hasta el día de hoy. Lo que tenga que venir lo tomaré como un
nuevo reto en mi vida y si me equivoco, ya arreglaré mi error, pero poco a
poco, paso a paso y siempre, con una sonrisa y bien orgullosa de lo que hago…
Porque haciendo las cosas bien, las heridas no dejan marcas…
Ahora sigue tu camino... Y si lo necesitas, también tienes mi mano.
ResponderEliminarUn beso
Fer